El consumo de los componentes electrónicos se ha incrementado tras la pandemia. El hecho de encerrarnos en casa y no disponer del mismo nivel de gasto para el ocio, ha provocado mayor demanda de los productos electrónicos con el fin de entretenernos y teletrabajar.
Con la pandemia, muchas fábricas de productos electrónicos ralentizan su producción, ligado a una sobredemanda de este tipo de productos, ocasiona rupturas de stock. Tras la escasez viene el incremento de los precios y todo comienza con la crisis del sector de los componentes electrónicos.

¿Qué está pasando en el mercado?

Lo que está pasando en el mercado de componentes electrónicos viene derivado por dos factores, la oferta y la demanda.
Por parte de la oferta nos encontramos a Asia. El país donde se obtiene la mayor materia prima para fabricar los componentes y el que fabrica el grueso del mercado. Tras el COVID y el incremento del precio en la electricidad, se limitó el acceso a las fábricas. Esto llevó a implantar un sistema proteccionista en el sector. Los pocos componentes electrónicos que se fabrican empiezan a retenerlos y destinarlos a sus productos. Por lo tanto, poco stock se queda para la exportación a Europa y Estados Unidos.
Desde Europa y Estados Unidos empezamos a mandar peticiones de ofertas a los distribuidores habituales, pero a causa de la escasez, se abre el abanico a nuevos distribuidores y canales para la obtención de los componentes. Se incrementan las peticiones de oferta a los fabricantes, duplicando la demanda real. Todo esto provoca una especulación masiva en el sector incrementado los precios.

El futuro sobre la crisis del sector de los componentes electrónicos

Resumiendo, no se estima un cambio de tendencia en el sector hasta finales de 2023. Escasez e incremento en los precios es lo que nos espera en los próximos años.

Las empresas más grandes están comprado a precios que los más pequeños no pueden asumir, con unos plazos de entrega que oscila entre las 26 semanas hasta el año, pero el sector que demanda no puede asumir estos costes. Esto provoca el cierre de líneas de producción e incluso ERES en las plantillas.

Tras la crisis, cuando los componentes electrónicos ya no estén en “Allocation”, el mercado cambiará debido a una sobreproducción en el sector. Como resultado, tendremos a una caída en los precios y unos plazos de entrega más ajustados.

La competencia del sector

Existen varios canales de obtención de componentes electrónicos:

  • Los distribuidores oficiales.
  • Los distribuidores no oficiales.
    • Los independientes.
    • Los brókers.
    • Las empresas fraudulentas.

Los distribuidores son aquellos conocidos en el sector, que proporcionan garantías y tienen una larga trayectoria con su buen hacer.

Entre los distribuidores no oficiales nos encontramos con los independientes. Estos, en una situación normal del mercado siguen trabajando, pero no trabajan en el mercado abierto y disponen de productos en stock. Además, aportan garantías en sus transacciones y son capaces de obtener componentes obsoletos o de difícil localización.

Por otro lado, están los llamados “Brokers”. Trabajan en el mercado abierto, obteniendo componentes obsoletos o de difícil adquisición, los cuales no siempre proporcionan garantías en sus transacciones o los certificados correspondientes. Estos obtienen los productos a través de minoristas sin llegar a conocer el estado en el que se encuentran.

En épocas de escasez de componentes en el sector, surgen las empresas fraudulentas, los cuales no ofrecen garantías ni los certificados correspondientes. Además, a causa de la desesperación de los empresarios, acaban proporcionando material falso o en mal estado.

Consecuencias y alternativas a la crisis del sector

En la situación actual en la que nos encontramos, entran en juego nuevos perfiles para la obtención de material electrónico y con ellos, se incrementan los fraudes, material dañado o copias. Para evitar esto, se debe trabajar con distribuidores oficiales o independientes fiables. Estos aportan garantías en sus transacciones y tienen una trayectoria consolidada en el sector.

Los grandes fabricantes de productos electrónicos fuera del país asiático, se plantean la creación de nuevas fábricas de componentes electrónicos, pero aquí entra en juego la inversión, el tiempo y la política. La dependencia del país asiático se ha convertido en un problema económico mundial, pero creación de nuevas fábricas implica una inversión elevada y su puesta en funcionamiento no se vería hasta dentro de 5 años, no siendo una solución a corto plazo.

Conclusión

Teniendo en cuenta que no se estima un cambio de tendencia hasta finales de 2023 y que se comenten multitud de errores en el acopio de componentes. Está provocando serios problemas financieros a las empresas. Estamos en una época en el que el mercado es muy cambiante, el suministro del que disponemos en una semana cambia totalmente a la semana siguiente y las peticiones de ofertas que se solicitan tienen validez de horas, principalmente en la materia prima.

Los principales distribuidores recomiendan no comprar más de lo necesario para no incurrir en costes temporales que no se puedan asumir y dejar de incrementar la situación en el mercado. Por su puesto, no olvidarnos de las normas básicas de compras, contactar con distribuidores con garantías y referencias, no pagar por adelantado y sobre todo, dudar si los precios están muy por debajo del mercado.

Espero que te haya gustado este nuevo artículo sobre la crisis del sector de los componentes electrónicos que he preparado. Si quieres enterarte de nuevas publicaciones sígueme en Twitter. Tienes más publicaciones aquí.

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